En la oscuridad de la noche
desesperadamente a
un ritmo desahuciado,
decidí ir a la cabaña.
A buscar qué?
Aún no lo sé o tal vez no quiera decir qué sentimiento me invadió.
Aún no lo sé o tal vez no quiera decir qué sentimiento me invadió.
Al llegar al lugar,
la cabaña rodeada de una red de espinos, casi imposible entrar.
Toqué la puerta
unas cuantas veces, pero nadie parecía estar dentro
decidí a pasar sin
ser invitada, siempre podía hacerlo y aún conservaba la llave.
Sólo pude apreciar una llama
perpetua y frágil…
Quizás el humo de la chimenea o simplemente alucinaciones ante la quietud silenciosa en la contemplación y la unión entre el corazón y el alma?.
Quizás el humo de la chimenea o simplemente alucinaciones ante la quietud silenciosa en la contemplación y la unión entre el corazón y el alma?.
Recuerdos de algo
que si fue nuestro o sólo sombras como ceniza diluida?.
Luego todo se torna
irreproducible….
Me alcanza el silencio arrullador de la calma,
pudiendo intuir que no existe nada.
Y dónde estoy yo
exactamente?
En un lugar tan punzante
como las lúgubres espinas de mis rosas.
Tu voz se escapa de
mi alma.
Amamos inútilmente?
Al siguiente día devastados
los restos de la cabaña, donde se erigirá el
templo del amor o un mirador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario