miércoles, 27 de marzo de 2013

¿DE QUE MODO TE AMO?

Deja que cante las formas:
Te amo desde el hondo abismo hasta la región más alta que mi alma pueda alcanzar, cuando persigo en vano las fronteras del Ser y la Gracia.
Te amo en el calmo instante de cada día, con el sol y la tenue luz de la lámpara.
Te amo en libertad, como se aspira al Bien;
Te amo con pureza, como se alcanza la Gloria.
Te amo con la pasión que antes puse en mis viejos lamentos, con mi fe de niña.
Te amo con la ternura que creí perder cuando mis santos se desvanecieron.
Te amo con cada frágil aliento, con cada sonrisa y con cada lágrima de mí ser; y si Dios así lo desea, tras la muerte te amaré aún más.

lunes, 25 de marzo de 2013


EL DON CONFERIDO A LA PRINCESA.

Pensando se quedó, así estuvo toda la noche en el bosque de la melancolía, no lograba regresar… Desde que Elfo le dio el Don no dejaba de buscar qué era eso tan especial; el único camino que le haría regresar al corazón del Caballero.


Ciertamente la Princesa nunca había visto un Elfo  ni se había interesado en ellos, a pesar de que eran seres mágicos y fantásticos.  En ese momento resonó entre sus pensamientos, que indagando sobre la vida de los elfos en las aldeas cercanas sin encontrar respuestas que le revelaran el Don,  decidió visitar al sabio que vivía  en un hermoso castillo, en lo alto de la montaña.

El sabio escuchó amablemente a la Princesa mientras le platicaba sobre el motivo de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicar el secreto de los Elfos. Le indicó que diese un recorrido por su castillo y regresase más tarde.

Así  la princesa emprendió su recorrido por el castillo, habían unas escaleras que la llevaron a la torre más alta, sin saberlo entró a una habitación especial llamada scrpitorium,  como siempre curiosa, le llamo la atención algo cubierto con un tapiz rojo, sin pensar procedió de inmediato a retirarlo, observando un hermoso baúl de madera muy antiguo. Se preguntaba qué guardaba celosamente el sabio en un baúl?, Lo abrió y encontró algunos textos con láminas de oro muy delgadas, manuscritos y unos epítomes, que comenzó a leer, notaba que sus páginas estaban decoradas con bellas ilustraciones llamadas iluminaciones porque les daba la luz.

Ya casi amanecía en el boque de la melancolía y la Princesa continuaba pensando en todos los intentos que había hecho por saber cuál era ese don…  En los epítomes del sabio, encontró una sección que estaba demarcada con un hilo rojo, -el cual la Princesa se lo quedó-, los escritos decían:

"Cuando nota tu corazón que el camino empieza a temblar bajo tus pies…
Cuando tu alma da surcos como un barco en la tormenta marina…
Cuando la decisión se alza en todo cuanto te concierne…
Cuando el amor se debilita y te derrumbas en el mar de las lágrimas…
¡Deja los tormentos! Vuelve a volar en las alas de tu dragón….
Extiende las alas de la imaginación que anteceden a tu persona... 
En  ellas hallaras también el filo del arma que se ceñirá al cinto en tu camino... 
Que  tu alma sea libre en la eternidad del mundo...  Busca la estrella que sabes que hay en ti... 
Encuéntrala... aunque tengas que abatir al mismo miedo que en tu corazón anida...    
Recorre las sendas sin temer...  Aunque  en la noche oscura el miedo beba en tu piel... 
No te dejes vencer nunca...  Sigue hasta lograr llegar a donde morar... 
Hasta encontrar el sueño que realidad se hará gracias a tu fe... 
La fe que nunca debe morir en tu corazón...  La única en la de debes pensar... 
Y  nunca perder la esperanza.  
Las almas fieles que luchan por salir... por salir de la incertidumbre y hallar su misión en la vida... 
Pues esa es la razón eterna de todo ser... hallarse a sí mismo y a la otra mitad de si mismo que les acompañe a vivir... 
Cuando te cuesta sobrevivir y cuando sonreír duele en el alma... 
Busca en tu interior la finalidad que  siempre has requerido en tu destino... 
Busca el verdadero camino que quieres que bajo los pasos de tus nobles pies sea forjado... 
Camina sintiendo quien eres sabiendo que eres y aceptándote en vez de engañarte pensando en quien deberías ser...
En cómo te gustaría ser para complacer a los demás...  Ahora solo complácete a ti mismo... 
Se tu propio señor y ello te dará alas de libertad para volar libre por los límites de la imaginación".
Busca, busca... Encuentra en el fondo de ti, de tu ser, de tu corazón.
Sé fiel a tus sentimientos y nunca dejes que alguien decida por ti.
Tú confía en lo que ves, en lo que sientes y en lo que intuyes... 
Que  los sueños no se pierdan entre mares de recuerdos...  Y  que los recuerdos nunca sean olvidados pues son la base de la vida eterna...  
El dragón que llevas dentro espera salir de tu corazón cuando comprendas que tú mismo eres el, lo que buscas lo que persigues, las respuestas que siempre has buscado están en ti mismo". 
Encontrarás el camino hacia el amor verdadero; dejando que vuestro propio corazón se exprese libremente, que hable por vos, traspasando lo irreal hasta llegar a mantener unidas nuestras almas.

Ahora la Princesa inmortalizando en ese momento lo que hacía tiempo había leído en el castillo del sabio,  vislumbró todo. Afanosamente se levantó, regresó al Castillo y empezó a planificar lo que tenía que hacer.

domingo, 24 de marzo de 2013


RECUERDOS, FELICIDAD EFIMERA. 

Era una noche cálida y sombría, de las que erizan la piel al respirarla de las que llenan la sangre de incontables locuras. La Princesa va con el rumbo perdido, sin brújula   que le marque destino, sólo tratando de agarrar el viento que la lleve a lo desconocido… buscando una estela que la rescate de las grietas amargas y las simas profundas… Esperando que cualquier agonizante noche del bosque de la melancolía, iniciara la matanza de los inolvidables momentos.
Su mente ha volado lejos y el cuerpo, solo, responde a los estímulos del sonido. Durante horas caminaba, caminaba en la oscuridad del Bosque, bailó entre los árboles, inconsciente de que las piernas comienzan a fallarle. Tiembla de agotamiento y la oscuridad la envuelve antes de caer al suelo violentamente, su mente no regresa aún. De pronto la princesa escucha una voz tenue, que no sabe de dónde proviene…

Estás aquí, el no saber qué haces aquí exactamente, te perturba. La ansiedad te paraliza y apremia tu cautiverio riéndose desbocada en algún punto de tu interior. Cuando ya solo te queda abandonarte al olvido, entre las rendijas te aferras una felicidad efímera que se acurruca en la noche sin ningún remordimiento, llamada Recuerdos...

Princesa, cuánto duele la ilusión de querer regresar los días?!…. Sólo buscas consuelo al decir que al Caballero lo has sentido todas las noches, escuchando su voz en los turbios silencios, besando tus labios en las sombras, atrapada en cada verso de sus poemas, en la luna que alumbraba sus horas cubriéndolas de un sueño… y siempre piensas que él está ahí, en algún lugar del camino iluminándote con sus palabras el alma, sintiendo con sus caricias como si una nube de algodón te envuelve… Sabiendo que es un sin retorno del tiempo.

Y entonces lloras, lloras porque destruyes lo que amas, sin dilucidar que al hacerlo causas daño la Princesa, a ti misma.  Pero  mientras sigas sentada cada noche  sobre la oscuridad del silencio, mojada en tu amargo llanto,  o caminando  en medio de las tinieblas, donde se agotan las lágrimas, contemplando perdida el firmamento y viendo pasar la vida sin destellos de esperanza, y viviendo sólo de recuerdos,  tu alma continuará danzando vacía sobre la espuma y así,  jamás encontraras el Don que tanto anhelas.
Continuaba  la voz tenue en la mente de la Princesa, recuerda lo que te dijo el Elfo de la Luz:   “Si puedes cerrar tus ojos, ver tus ilusiones dibujadas en tu pensamiento, no hay duda….”

La princesa sabía que no pudo detenerse a tiempo, que no puede regresar el tiempo, ni detenerlo... ese amor verdadero... nunca sabrá qué clase de amor fue, es un amor que jamás se volverá a repetir... Un amor que jamás volverá. Al darse cuenta de esto la princesa soltó una lagrima, no podía remediar lo ya hecho.

Con una lágrima se quedó pensativa…

viernes, 22 de marzo de 2013

ENSIMISMADO..
Hoy el Caballero recibió una vista inesperada de su Ángel,  estaba tan ensimismado con sus múltiples ocupaciones, que no pudo percatarse de su presencia.
El ángel hizo lo imposible por llamar su atención, mas todo fue en vano.. Pero eso no fue un obstáculo para quedarse, disfrutarlo y verlo trabajar tan concentrado, mientras le acariciaba sus hombros y sutilmente deslizaba sus dedos por el cabello, besaba su cuello, inhalaba no solo su aroma sino su amor, las palabras llovieron sobre el Caballero como caricias susurrándole: Te amo con toda el alma, te extraño amor... Era todo un éxtasis para el ángel estar allí.
Pasaba el tiempo y el caballero enfrascado entre papeles…. Como ángel –femenina-, curiosa al fin y por demás desconfiada, decidió pormenorizar y revisar cuanto se encontraba en el despacho del caballero. Observaba el banco y un armarito junto a la pared, muebles de guardar ornamentados con talla gótica y arquitos conopiales, un sillón biplaza decorado con pergaminos y tracería… y es que hasta tuvo el atrevimiento de entrar en la alcoba del Caballero, su cama bajo baldaquino; faldón decorado con pergaminos. El ángel pensaba: el mobiliario demuestra una holgada opulencia, pero a él le gusta estar en la cabaña del bosque encantado que tiene un mobiliario austero, básico solo lo indispensable…
Pensando en la cabaña y en instantes el ángel se perdió en los recuerdos.. Sólo había estado una vez allí, le encantó estar en los brazos del caballero, justo frente a ellos  una chimenea. En relámpagos, sin palabras con ansias y deseos, estaban uniendo sus latidos, sus sentidos, su existencia entregándose con pasión, con todo el amor que se profesaban, convirtiéndose en uno solo. Un profundo suspiro  le robó ese recuerdo al ángel  y retorna al despacho.
Todavía el Caballero concentrado en su trabajo –tanto que criticó a la princesa- que no pudo percibir  a su ángel,  quién se dispuso a leer todos sus escritos, escuchaba una y otra vez y otra vez, los poemas que él recitaba para ella, además de  oir melodiosas canciones sintiendo desde el fondo de su corazón, lo único que llena todo su ser: El calor y amor del Caballero.

jueves, 21 de marzo de 2013

CABALLERO ANDANTE
 
Hubo una vez un Caballero Andante
con pesada armadura, escudo y lanza
de miles de leguas incansable caminante...
Campeón de mil torneos
buscaba un Castillo de Felicidad
para su ansiada y recordada amada
Que hacía mucho tiempo le esperaba...
 
Hubo una vez un Caballero Andante ,
Luchador de cientos de batallas  
caminaba junto a su fiel corcel cansado
con el yelmo colgando en su montura...
En aquel camino agreste casi sin agua ni alimento
estaba a punto de rendirse...
Cuando sentándose pesadamente
en una piedra a descansar...
Con la vista nublada todavía,
ve un resplandor de donde sale
Otro caminante...
Un venerable anciano de larga barba blanca
y túnica roída por el tiempo...
¡De donde vienes y quien eres anciano!
Increpó con voz autoritaria el Caballero...
"Vengo de donde se vuelve y no se vuelve..."
contesta el anciano con voz dulce pero segura,
Extrañamente no parecía cansado
pero le dijo que tenía sed,
A lo que el  Caballero sin pensarlo
le acercó una bota de cuero
con los útimos sorbos de agua que le quedaban,
Y como adivinando su pensamiento
el anciano sigue diciendo:
"He visto el castillo de tu amada doncella
por cierto, está muy cerca del cielo...
Pero no podrás abrir sus puertas
sin esto que te voy a regalar...
más fácil será llegar hasta él si abres tu alma
Y me escuchas con detenimiento..."
Y metiendo su mano derecha en su viejo bolso
extrajo algo cuyo resplandor
cegó por momentos la vista del Caballero Andante...
 "Son las llaves de oro, agregó, que necesitas valiente Caballero,
el castillo está lejos, allá junto a las nubes...
pero sólo podrás encontrarlo si abres también
las puertas de tu espíritu con éstas llaves que te daré..."
 
"Allá lejos, muy lejos te espera tu hermosa doncella
Pero su corazón y su alma tienen como el castillo
puertas que debes abrir siendo noble y siguiendo
Estos sencillos consejos..."
  Una bruma color azul turquesa invadió el ambiente
y se mezcló con la luz
que rodeaba al venerable anciano,
Quien con voz clara y sonora le habló...
 
"Amala con locura pero compréndela,
Llénala de ternura junto con tu pasión
Haz de su cuerpo un templo
Porque si lo carnal es importantísimo
No es lo único y esencial...
Nunca la hagas sentir como un objeto,
Házla tu Dama de verdad,
Respétala en todos los sentidos,
Dále la razón cuando la tenga...
Y aprende a pedir perdón con humildad
Y nunca le mientas,
Háblale con dulzura
No la llenes solamente de joyas
porque así nunca comprarás su verdadero amor,
Escucha su voz
Como el trino de los pájaros en la mañana
Sorpréndela cada día con una nueva emoción,
Pues el detalle más sencillo
puede ser un tesoro para ella...
Tómala por sus manos y bailen un vals...
Cántale una canción con tu laúd
cual enamorado trovador,
Cuéntale tus triunfos en batalla
pero habla más de ella que de tí...
Abrázala estrechando su cuerpo con el tuyo
Recítale un poema en su honor..."
 
Y cuando levanta la cabeza el Caballero Andante,
todavía como despertando de un largo sueño...
Encuentra en sus manos aquellas llaves de oro
 Y ve perderse al anciano transformado en jóven ángel
Dentro de aquella bruma de felicidad,
y a lo lejos, cerca de las nubes
Vió el más hermoso Castillo que jamás había soñado...

miércoles, 20 de marzo de 2013


 MIENTRAS TANTO EL CABALLERO
 
El alma de su dulce y amada Princesa Ángel sumida en un profundo sueño, mientras tanto… El caballero se detuvo para contemplar las maravillas del bosque encantado  el lugar de los sueños, apenas se percató del desvanecimiento de su presuroso encuentro que todas las noches tenía su alma para acompañar a la princesa, pero algo en su interior le decía que  no lo necesitaría…

“Sentía el tacto húmedo de la hierba alta que se mecía, suavemente, a causa de una juguetona brisa.  El olor del polen con un aroma dulzón y empalagoso, que le embotaba los sentidos.  Los delicados pétalos le acariciaban las piernas, evocando el roce suave y sensual de una hermosa ninfa de los bosques; las argénteas aguas del río que atravesó, le tonificaban y relajaban a medida que se dejaba imbuir por su reconfortante frescura. Se adentró en la profundidad de del bosque densamente  poblado…. La inmaculada belleza del lugar cautivó al  Caballero hasta que llegaron a él ligeros susurros en el aire, voces… tenues ecos… ¡Llamándolo! Tan cercanos que parecían hallarse casi al alcance de su mano,

Una búsqueda misteriosa que dio sus frutos al llegar a un pequeño claro del bosque donde se alzaba un círculo de piedras, en el que doncellas cubiertas de hojas de roble, susurraban bailando en círculos. Sus movimientos rítmicos y cadenciosos hacían que de vez en cuando se desprendiesen algunas de las hojas que cubrían sus torneados cuerpos.

La música sonaba armoniosamente interpretada por un fauno de cuernos y patas de cabra haciendo cabriolas y saltos, mientras entonaba con fuerza la cautivadora melodía de su flauta, en  compañía de las dríadas, ninfas, hadas y los sátiros que sólo buscan calmar sus más bajos instintos, persiguiendo y embaucando a aquellas (a veces a aquellos) que se adentran por sus territorios.

El sintió los largos brazos que le envolvían como las caricias de los vestidos tejidos en seda, y lo guiaron hasta el círculo de baile. Dejándose llevar con bastante buen placer en las acompasadas danzas, comenzó con giros y saltos armoniosos al son de los dulces soplos de la flauta, que le hacían perderse entre las risas, las curvas, los sonidos y el goce. Incluso el cansancio no parecía hacerle mella, sino que cada vez quería más y más…

Agacharse y atravesar los brazos perfumados de sus compañeras, ver los largos cabellos flotando al viento, disfrutándolo y deseando que no terminase nunca: bailar en felicidad hasta la eternidad…

Un ligero traspié lo hizo rodar por el suelo hasta que se golpeó contra un tronco seco, y el dolor desembotó sus sentidos embriagados de regocijo y esperanza.

Las lisonjas y la música comenzaban a envolverlo nuevamente. Desesperado empezó a correr con el corazón encabritado, tapándose los oídos con fuerza para evitar caer en las tentaciones de los maravillosos sueños; huyendo de aquello que más deseaba su corazón. Anduvo durante tanto tiempo sin rumbo que se derrumbó agotado. La humedad del rocío en sus manos actuaba como un bálsamo para calmar el ardiente calor que envolvía su cuerpo. Y mientras recuperaba el aliento, se preguntó cómo sería capaz de encontrarla en este mundo inacabable lleno de tentaciones, deseos e ilusiones.

Apenas podía  percatarse de lo que sucedía a su alrededor, hasta que alzó la vista ante una misteriosa descarga de claridad.

Un luminoso haz de arco iris se curvaba en el cielo para detenerse en el lugar donde se hallaba el Palacio”,  morada de la Princesa Angel.

El resplandor procedía de allí, ¡no cabía duda alguna!  A pesar de ser la prisión de su amada, El Caballero se maravilló ante la hermosa belleza del lugar.  Esta beldad hipnótica que  hacía perder cualquier noción de la realidad. Él sabía que no debía demorarse más ya que tenía que proceder al encuentro con presteza, o todo estaría perdido.”

Cuentan  que la Princesa Angel parece estar cada día más alucinante… Pierde el juicio… A pesar de la distancia,  del tiempo,  ella muy indirectamente muestra sus sentimientos, cosa que él entiende, lo que causa cierta gracia a la Princesa Angel.
La verdad es que está enamorada y desequilibrada decían los aldeanos, se alejó del Caballero y no tiene ningún motivo para actuar de esa manera.. Con rabietas y celos!
Pero lo que no saben los aldeanos es que...

“El caballero es el responsable del enojo de su ángel, pues siempre la acostumbró a acudir inmediatamente a su llamado”

SUMIDA EN UN PROFUNDO SUEÑO


La luna angustiada al no poder iluminar sus ensueños,  el viento se encontraba triste por no sentir su aliento al susurrar palabras de amor, "¿Qué le ocurre?", se preguntan todos.
Pero el Elfo por ser mágico si sabía lo que ocurría y anheloso pasaba las noches enteras en rondas infatigables que sólo interrumpía el canto del amanecer,  siempre con la esperanza de verla regresar… y es que la Princesa tenía varios días que no danzaba por un lugar, que en un principio le atemorizaba,  pero que con el tiempo y debido a sus continuas visitas, se había convertido en su lugar favorito... el Bosque de la Melancolía, que ya también la extrañaba.

La princesa siempre ha sufrido de insomnio en los últimos meses esa condición se había agravado, al punto de no poder conciliar el sueño  durante tres días seguidos, Se estaba adentrando en el lugar donde nacen las pesadillas; un lugar brumoso y traicionero. Peligrosamente mortal… cosa que alerto al principado. A la Princesa algo le pasa. Qué pena ensombrece su alma?

La apariencia exánime y luctuosa de la Princesa lo decía todo... y no tardaron mucho tiempo en llegar las malas noticias a oídos de la Reina, que acudió a los aposentos de su hija con presteza. Al mirarla detenidamente la confusión se transformó en pena…

Buscaron a los  hechiceros más sabios, probaron con  todos sus remedios, pócimas, ungüentos  y hasta el mago más poderoso lanzó encantamientos  para liberarla, pero la hermosa princesa permanecía hundida en un misterioso halo de tristeza y sin dormir. Para desesperación de la Reina, que observaba anhelante  algún resultado por parte del mago, que nunca se producía.

Algo estaba pasando por alto, pero no conseguía llegar hasta ello. Algo extraño...  por lo que decidieron darle remedios para mantenerla sedada, hasta que durmiera.

Ahora permanecía encerrada en el castillo,  con un guardia al lado de la entrada de su alcoba…una obligación impuesta por la Reina y todos los que conformaban  la corte, quienes estaban muy angustiados por su salud.

Por fin lo lograron… El alma de la Princesa parecía encontrarse sumida en un profundo sueño….

martes, 19 de marzo de 2013

 

Final de los cuentos...


Los cuentos tienen el final que quiera darles el escritor… Un final feliz o infeliz... Sucedió, parece que sucedió, o pudo suceder pero nunca ha sucedido.

Así como en el trascurso de la vida, las decisiones que se tomen te harán feliz o infeliz…. Pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones en la duda eterna que  dificulta la toma de decisiones, pero que al final siempre conllevan a caminos que uno desconoce; una realidad, o a una irrealidad, si se quiere… Tan lejos y tan cerca, sólo es cuestión de percepción.

De pronto, aparece y surge un quizás... El hada esté bajo un hechizo y se convierta en una dama que enamora al Caballero, al igual que Elfo de la luz…. Puede que se convierta en un Caballero y  permanezca al lado de la Princesa… No sé, tal vez así como había una vez o hubo una vez….

Final feliz o infeliz… Siempre amar como si fuera la única vez que tendrá oportunidad de hacerlo y que el final del amor no existe porque el amor verdadero dura toda la vida lo que existe en realidad es un comienzo feliz de una historia que puede o no terminar.

No todos los cuentos tendrán un final feliz,

Conozco castillos que son más tristes que ayer,

No todos los príncipes se vestirán de azul,

ni cada promesa se hará para respetar.

Hay torres tan altas que están lejanas del mar,

princesas ajenas, estatuas de sal.


No todos los cuentos se hicieron para dormir,

ni todos los sueños te vienen a visitar.

Soñé que contaba un cuento sin tiempo ni final,

después junto a mí te miré despertar.


Se dice que todos tenemos para contar

y de lo contado tendremos otra versión.

No hay nada como el oído que sabe escuchar

pero no hay sentido como el corazón.”




lunes, 18 de marzo de 2013



SIEMPRE...



"Siempre que pienso directamente en tí, te siento tan dentro que tu recuerdo es como una estrella que dentro de mi corazón me quema la esperanza convirtiéndola en ilusión por volverte a tener entre mis brazos.
Oigo tu nombre entre la oscura soledad, y espero tus ojos conquistando dulcemente mi alma, tu cuerpo deshaciéndose entre mis brazos como las estrellas se deshacen al amanecer, tu estela filtrándose entre mis sentimientos..."
"No me cansaría de tí hasta que me cansara también de ver la luz de las estrellas cada noche, y si eso fuera, sería porque prefiero mirarte a los ojos y ver la misma luz de ilusión y cariño."

 

sábado, 16 de marzo de 2013

La fuerza que nos une

Ahora la Princesa duda, no recuerda si era o no una pesadilla, pero lo cierto es que sintió  el hechizo y cómo su rostro se iba transformando, cayendo sin remedio mientras alucinaba con endriagos  que hostigaban su alma.
Poco convencida -o nada- si ese polvo mágico de las tan agraciadas y caritativas hadas,  haya servido para algo. Además a la Princesa no le congraciaban las hadas… Son espíritus que tienen forma física, son terrenales y básicas. Aunque no las rechazaba, sabia reconocerlas y mantenerlas circunscritas en un espacio delimitado.
De lo que sí estaba segura la Princesa, era del enorme sentimiento de amor y paz que fue invadiéndola. Una luz brilló dentro de su pecho, como si un sol hubiera encontrado cobijo en lugar de su corazón. Sentía su presencia…  El espíritu del caballero, se transportó en un instante a los sueños de su amada” y fue él con su infinita ternura, amor, caricias y palabras lo que hizo que la Princesa esa noche se calmara.
La Princesa se quedó sin palabras… cautiva ante el excelso sentimiento que le profesaba el Caballero: “Mi regalo de amor para ti, te lo doy sinceramente así como te he dado mi corazón, mi alma, mi cuerpo y quiero darte mi vida entera.”  “amor infinito, que supera a la pasión y que va más allá del tiempo y la distancia”...Aunque no físicamente, él siempre ha estado… dándole un halo de alegría y suficiente aliento a la Princesa,  manteniendo sus almas unidas. 
Las estrellas brillan en la oscuridad... Despierta: el alba está por llegar" dedicando unos versos a su Caballero:
"Vuela mi mente en busca del sentimiento, mi corazón se abre cediendo luz al recuerdo, y al verte únicamente a ti en mis pensamientos, mi cuerpo enamorado se mantiene sediento y la inspiración crea estas letras que van directas a tu alma acariciando esos ojos verdes que mantienen en vilo la mía, y me dan un motivo para soñar cada noche."
“Oigo tu nombre entre la oscura soledad, y espero tus ojos conquistando dulcemente mi alma, tu cuerpo deshaciéndose entre mis brazos como las estrellas se deshacen al amanecer, tu estela filtrándose entre mis sentimientos...”
“Para unos ojos verdosos que acarician el alma con la mirada... para ti, amor mío, va mi corazón envuelto en regalo…”
 “Ahora... me gustaría refugiarme en tus brazos, beber de tus besos, sentir poco a poco que la pasión sale de tu corazón como el fuego del dragón que asola mi corazón por no tenerte al lado"
“Hasta que pueda volver a verte algo dentro de mí me quema calentándome las venas como el sol al viento perpetuando tus caricias... recordando que el más intenso de los sentimientos fue entre tus brazos."
El silencio hace presencia, junto a su amiga, la soledad. “Ambas mi mente confunden, Sentimientos muy profundos, en el fondo, en mi interior"  Susurrándole al Caballero: Eres el dueño de mi suspirar,  mi alma, mi sentir, mi pasión, mis deseos, mis sueños, toda te pertenezco y…
Te amo, Mio